Tren Patagónico y Viejo Expreso Patagónico “La Trochita” en Río Negro

Nadie podría negar que los trenes tienen cierta magia. Pasar la noche en un tren con camarote privado y coche restaurante, mientras la meseta patagónica se refleja en la ventana es casi una escena de película, pero en Patagonia todo es posible. Este circuito propone redescubrir la mística ferroviaria, tanto a bordo de un tren que atraviesa a lo ancho la Provincia de Río Negro, como realizando un breve paseo en un histórico tren a vapor. En el camino, un acercamiento para conocer algunas de las actividades productivas de la zona.

El recorrido comienza en San Carlos de Bariloche, icónica ciudad turística de la Patagonia, y una de las cabeceras del Tren Patagónico. Este circuito sugerido de cuatro días inicia con una propuesta impostergable: la Ruta Cervecera. La elaboración de cerveza artesanal es un arte que se ha arraigado fuertemente en Bariloche donde hay cerca de 25 emprendimientos de este tipo. Es una cita obligada conocer los secretos de su elaboración, y realizar degustaciones y maridajes con la exquisita gastronomía local.

Al día siguiente se propone un traslado de 200 kms por ruta hasta Ingeniero Jacobacci para abordar “La Trochita”, un histórico tren a vapor que circula por vías de trocha angosta que datan del año 1922. En una hora y media esta singular formación recorre los 43 kms que separan a Jacobacci de Ojo de Agua, donde la propuesta es disfrutar de un almuerzo en este lugar ubicado en medio de la meseta patagónica y regresar a Jacobacci también a bordo del Viejo Expreso Patagónico.

Luego de un descanso reparador en esta tranquila localidad, que es cabecera de la llamada “Línea Sur” en la Provincia de Río Negro vamos en busca de aventura a las lagunas Carrilafquen Chica y Grande, donde pueden realizarse distintas actividades náuticas. De allí se sugiere un recorrido por la Planta de reciclado de residuos plásticos, para conocer este interesante proyecto que generará combustible genuino para La Trochita, a partir del reciclado de plásticos de la población de municipios de la Línea Sur.

En esta zona se destaca particularmente la actividad ganadera, por lo que es posible conocer la forma de vida de los crianceros, cómo trabajan y desempeñan sus tareas, y almorzar en un establecimiento rural. Posteriormente, para continuar conociendo la actividad productiva de la zona, una visita al yacimiento Maria Isabel, mina de diatomea, una de las más destacadas en la producción de piedras sanitarias para gatos y mascotas. Hay que tener en cuenta pedir autorización con algunos días por anticipado para el ingreso a la fábrica.

A última hora de la tarde, habrá que acercarse hasta la antigua estación de tren para abordar el Tren Patagónico, donde se viajará durante toda la noche para llegar en la mañana a la ciudad de Viedma, capital de la Provincia.

La experiencia en este tren es un viaje en sí mismo. De la cordillera al mar, el ferrocarril atraviesa toda la estepa patagónica; el paisaje es desértico, apenas salpicado por pequeños poblados. Dentro del tren habrá que aprovechar las horas diurnas para admirar la geografía rionegrina en toda su extensión, cenar en el coche comedor, para luego retirarse a descansar en un cómodo camarote privado. Por la mañana, un desayuno observando a través de la ventana como el paisaje se va transformando para arribar finalmente a Viedma, donde finaliza este circuito.

Cabe aclarar que el recorrido bien podría hacerse en sentido inverso, ya que las dos ciudades cabecera del Tren Patagónico tienen buena accesibilidad para llegar vía terrestre o aérea. Se aconseja consultar antes los horarios y frecuencias que pueden variar a lo largo del año y reservar con anticipación, en especial si se planea abordar el tren con vehículo propio, servicio que también es ofrecido y facilita la logística del recorrido.