Con protocolos de seguridad sanitaria vigentes y actualizados, y con nieve en todos los centros invernales, la región habilita la actividad turística y espera recibir visitantes de todo el territorio nacional
Patagonia abre las puertas a una temporada invernal con las particularidades que conlleva el contexto sanitario, pero con sus escenarios naturales exhibiendo la misma belleza de siempre. La región, se preparó para recibir de forma segura a los turistas, garantizando el cumplimiento de protocolos en los alojamientos y servicios turísticos habilitados.
Las diferentes provincias ya anunciaron la apertura oficial de su temporada y la puesta en funcionamiento de los diferentes centros de esquí. De esta manera, las provincias de Chubut y Tierra del Fuego abrirán oficialmente la temporada invernal el día 2 de julio, mientras que La Pampa, Neuquén y Río Negro lo harán el 9 de julio. Santa Cruz, por su parte, mantiene abiertos los atractivos turísticos como hasta el momento.
Cabe recordar que Patagonia fue la primera región del país en verse distinguida con el Sello Safe Travels, otorgado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo a través del Instituto Nacional de Promoción Turística, un aval internacional que contribuye a posicionar el destino en un aspecto fundamental en el contexto actual brindando confianza sanitaria en todo el proceso turístico.
Para disfrutar con seguridad se recomienda respetar los cuidados y las normas de higiene y sanitización, y tener en cuenta los requisitos que solicita cada provincia para el ingreso. Los mismos pueden consultarse en www.patagonia.gob.ar en la sección destinada especialmente.
Invierno en Patagonia
Sin lugar a dudas, la gran protagonista del invierno en el sur argentino es la nieve. Los centros de esquí, centros invernales y parques de nieve ofrecen experiencias y actividades para las distintas maneras de vivir la nieve, ya sea practicando esquí o snowboard, o bien aventurándose a través del paisaje blanco en motos de nieve, caminatas con raquetas o trineos guiados por perros. Todo en un marco de exuberante naturaleza y un entorno que estremece por su belleza y magnificencia.
Admirar la fauna en su hábitat natural es otro de los grandes hitos del invierno patagónico. La costa es testigo de la llegada de numerosos ejemplares de ballena franca austral, que hacen suya esta porción de océano cada año para reproducirse. Se las puede observar desde la costa o embarcándose para apreciar de cerca a estos gigantes del mar. Además, todo el año es posible avistar otras especies de fauna marina, como lobos, elefantes, toninas, y gran cantidad de aves.
El turismo de naturaleza en los Parques Nacionales en la región que más áreas protegidas posee en todo el país, y el turismo rural, visitando y alojándose en antiguas estancias, con la oportunidad de participar de las actividades típicas del hombre de campo, son otras de las propuestas imperdibles que la Patagonia tiene para ofrecer.
La zona de glaciares se muestra en invierno igual que en verano, imponente manto blanco que ostenta su quietud y su esplendor evidenciando la contundencia de la naturaleza que imprime al paisaje rasgos únicos que no es posible explicar a través de una fotografía.
A cada paso, huellas milenarias, señales de antiguas culturas, evidencias de que bajo nuestros pies vibran millones de historias desde la época de los dinosaurios hasta nuestros días, civilizaciones que dejaron su impronta y la transformación de la geografía a fuerza de clima y tiempo.
Por supuesto que un complemento ineludible para un viaje memorable es la gastronomía. La cocina patagónica se luce en cada rincón con productos característicos de la zona, como trucha, cordero, hongos, carnes salvajes, frutos rojos, chocolate, y un sinfín de nuevos sabores que deleitan a los paladares más exigentes. Para un maridaje perfecto se imponen las cervezas artesanales y los reconocidos vinos patagónicos, elaborados en bodegas que abren sus puertas al turista para realizar visitas guiadas y degustaciones.