Arqueología

Hallazgos y tesoros arqueológicos

Los hallazgos arqueológicos le otorgan a la Patagonia un atractivo de poderosa singularidad. Testimonios de enorme riqueza cultural y valor para la humanidad están al alcance del visitante que llega a la región. Rodeados de valles, bosques, cañadones o formaciones rocosas guardan las huellas de los más antiguos habitantes de nuestra Tierra. Durante 10.000 años, los antiguos habitantes de Santa Cruz dejaron su impronta en cuevas, aleros y paredones de roca. La Cueva de las Manos es el ejemplo más notable: un auténtico santuario del arte rupestre, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Excursiones guiadas llevan a descubrir las pinturas de 800 manos y escenas de caza, en medio de la espectacularidad del cañadón del Valle del Río Pinturas. En las cercanías del casco de la Estancia La María, a 150 km. de Puerto San Julián, otros testimonios arqueológicos pueden contemplarse en pinturas que llegan a los 12.600 años, en 87 cuevas y aleros a lo largo de 12 cañadones. Descubiertas por el Perito Moreno en 1877, Punta Valichú y Playa Bonita son otras alternativas de un arte rupestre más tardío en Santa Cruz, con pinturas de 4000 años, a sólo 8 km. de El Calafate.

En la provincia de Chubut, el Museo Leleque cuenta la experiencia de los pueblos que habitaron en la Patagonia : los cambios en las sociedades que poblaron el territorio, los conflictos, las creencias y los rituales religiosos son parte de una larga historia. A cien metros de las vias de ” La Trochita ” y al pie de la Cordillera de los Andes, distintos vestigios de los indígenas que habitaron estas tierras pueden ser hoy apreciados por los visitantes. En tanto, otros sitios de interés arqueológico son el Área Natural Piedra Parada, Piedra Pintada en Epuyén  y Cerro pintado en Cholila.

En el Parque Nacional Lihué Calel en La Pampa, cuyo nombre significa “sierras de la vida”, se puede visitar una muestra de arte rupestre tardío: el Valle de las Pinturas, con motivos geométricos en rojo y negro de una antigüedad aproximada de 2.000 años.

Distintas zonas en la provincia de Río Negro ostentan importantes hallazgos arqueológicos: la laguna Carri-Laufquen Grande, las grandes cuevas de Pampa Alegre y las pinturas rupestres del Cerro Bandera son importantes atractivos. Formaciones basálticas en las que se abren cuevas naturales se destacan en Angostura de Ñancucheo. La Casa de Piedra sobre el arroyo Maquinchao muestra los vestigios de lo que fue un asentamiento de culturas originarias, con pinturas rupestres y la imponente belleza del Cañadón el “ 39” con arte rupestre junto a un bosque petrificado. Una propuesta seductora para los amantes de la arqueología. También en Río Negro, enormes conglomerados fósiles de restos marinos se pueden ver en el cerro Catanlil, cerca de la localidad de Ingeniero Jacobacci.

El territorio de Tierra del Fuego fue habitado por sociedades cazadoras-recolectoras nómades. Numerosos yacimientos arqueológicos que han sido excavados o los que se encuentran aún en estudio, dan testimonio de todo el proceso de ocupación por parte de las sociedades aborígenes, que comenzó hace más de 10.000 años en el norte de la isla, y alrededor de 6.000 años en las costas del Canal Beagle.