Trenes Turísticos
La ecléctica Patagonia, que combina la austeridad de la estepa con la exuberancia de sus bosques y montañas, alberga las historias de sus pueblos y de los personajes que los habitaron y los vieron crecer. Recrear otros tiempos a bordo de trenes turísticos, algunos de los cuales conservan sus locomotoras a vapor, permite descubrir la Patagonia a través de las anécdotas de sus antiguos pobladores y acercarse a los secretos de la región más austral del mundo. Para recorrer los paisajes desde la Cordillera hasta el mar, para conocer coloridos pueblos escondidos y vivir los paisajes de la Patagonia, nada mejor que abordar un tren. Una mirada distinta sorprenderá al visitante desde originales coches que respetan intactos la estética de otros tiempos. Al ritmo de sus locomotoras, los trenes patagónicos invitan a realizar paseos inolvidables.
Viejo Expreso Patagónico “La Trochita”
Una impecable pieza de museo de la década del 20 es el Viejo Expreso Patagónico “ La Trochita” que une la estepa con la Cordillera de los Andes. Con su locomotora original a vapor, sus vagones con sus bancos de madera cerca de una salamandra a leña, ofrecen la posibilidad de realizar diferentes recorridos desde El Maitén o desde su cabecera Esquel. Las distintas paradas permitirán adentrarse en las costumbres que sellaron la historia de esta zona de la Patagonia. Grandes talleres ferroviarios y un museo atraen la mirada desprevenida de los visitantes en la estación de El Maitén. La inmensidad de la estepa, música regional y artesanías darán la bienvenida al viajero en la estación Nahuel Pan. En la Provincia de Río Negro se realiza un programa especial de excursiones desde la ciudad cabecera de Ingeniero Jacobacci. Se trata actualmente de un atractivo que recibe visitantes de todas partes del mundo.
Tren Patagónico
En la provincia de Río Negro, para atravesar la Patagonia desde la costa atlántica a la cordillera, el Tren Patagónico realiza el trayecto Viedma-Bariloche, ida y vuelta recorriendo la agreste estepa al paso de pintorescas localidades. Un auténtico viaje que desnuda las maravillas del clima y la geografía patagónica. Con las cumbres de la Cordillera de los Andes que se recortan en el horizonte, entra en la ciudad de San Carlos de Bariloche -uno de los destinos turísticos más reconocidos de la región- donde termina su recorrido. El viaje es una experiencia en sí misma, ya que el tren cuenta con camarotes, coche comedor, disco y cine.
Un nuevo servicio estival se suma al tradicional, haciendo el recorrido Bariloche – San Antonio Oeste- Bariloche, con formaciones que cuentan con los servicios básicos garantizando una experiencia confortable.
Tren histórico a vapor
Partiendo de la estación del ferrocarril de la ciudad de San Carlos de Bariloche, una espectacular vista del Lago Nahuel Huapi, signa la primera parte del recorrido del tren histórico a vapor. Su primera parada en la estación Ñirihuau impone la visión de las cumbres del Catedral y el Tronador. La formación del convoy está integrada por una locomotora a vapor de origen escoces que data del año 1912 y aún hoy se puede leer la marca “North Britgie” Nº 121.Recreando antiguas costumbres, al grito de “pasajeros al tren”, parte nuevamente hacia la estación Los Juncos (Perito Moreno) donde es posible visitar las antiguas construcciones del ferrocarril y caminar hasta la Laguna Los Juncos. Un paseo exquisito para sentir de cerca la historia de los pioneros de la Patagonia Argentina.
Tren del Fin del Mundo
Con elegantes coches y amplios ventanales, el Tren del Fin del Mundo recorre el Parque Nacional Tierra del Fuego, atravesando magníficos bosques de ñires, lengas y coihues. Parte a sólo 8 km. de la ciudad más austral del mundo, Ushuaia; y a la vera del río Pipo, entre curvas, trepa una gran pendiente hasta llegar a la Macarena, la primera parada de este viaje en los confines del sur patagónico. Sus pasajeros pueden descender a disfrutar del paisaje que ofrece la cascada del mismo nombre. Una parte de la historia fueguina y su famoso presidio se aprecia durante la segunda parada, entre los restos de un viejo aserradero. Un desvío en el trayecto hasta la orilla del río permite observar la recreación de un campamento Yámana. Bordeando un gran turbal, el tren termina su recorrido en medio de la exuberante naturaleza que rodea la “Estación Terminal Parque Nacional”.