Este circuito propone una inmersión en la naturaleza, la historia y los sabores neuquinos, combinando experiencias únicas en cada tramo del viaje.
Una de las características más distintivas de esta zona de Neuquén es la convivencia armónica entre la actividad agropecuaria de sus chacras, el desarrollo vitivinícola de sus bodegas y el valioso legado paleontológico que atesora. Este recorrido permite disfrutar de catas y experiencias enológicas, al tiempo que invita a descubrir fascinantes museos donde se exhiben réplicas de fósiles hallados en la zona, generando una propuesta única que enlaza el mundo del vino con la historia natural más remota.
El itinerario tiene una duración estimada de tres días, iniciando en la ciudad de Neuquén, punto de conexión aérea y terrestre con el resto del país. Desde allí, el primer destino es Villa El Chocón, ubicada a unos 72 km, famosa por su riqueza paleontológica y sus paisajes rojizos de origen volcánico. Una caminata por el Sendero Las Huellas permite descubrir formaciones rocosas únicas y rastros de dinosaurios que habitaron el planeta hace unos 95 millones de años. Estas huellas se mantienen intactas y pueden verse al dar un paseo a orillas del Lago Ezequiel Ramos Mexía, el espejo de agua artificial más grande de la Argentina.
La visita continúa en el Museo Ernesto Bachmann, que contiene gran parte de la historia de la Tierra con una exhibición de hallazgos entre la que se incluye el Giganotosaurus Carolinii, un gigante de unos 13 metros de la familia del Tyrannosaurus Rex, uno de los dinosaurios carnívoros más grandes hallados en el mundo. La jornada se completa con un recorrido por la villa y su historia, visitando su costanera, el mirador de aves y el faro. En la zona acompaña también la propuesta gastronómica, con restaurantes temáticos como T-Rextobar y hoteles como La Posada del Dinosaurio.
El segundo día está dedicado al enoturismo en San Patricio del Chañar, ubicada a 45 km de la ciudad de Neuquén. Una región emergente en la producción vitivinícola de alta calidad, con varias bodegas distribuidas a lo largo de la ruta provincial N° 7 y que tienen a las cepas Pinot Noir y Merlot como especialidades de la casa, según cuentan los especialistas, por la similitud del clima con algunas regiones de Francia. Allí se puede disfrutar por ejemplo, de visitas guiadas y degustaciones en las bodegas Familia Schroeder y Malma, ambas reconocidas por sus vinos patagónicos y su arquitectura integrada al paisaje. Un paseo por los viñedos y las degustaciones de los distintos vinos elaborados coronan esta experiencia sensorial en un entorno sereno y con paisajes de ensueño.
La jornada siguiente lleva al visitante a Centenario, ubicada a 16 km. de Neuquén capital, donde se encuentra el emprendimiento Praderas Neuquinas, destacado por su producción de aceite de oliva. Una visita guiada al olivar y la planta extractora permite conocer el proceso de elaboración, finalizando con una cata de aceites premiados a nivel nacional. Tras el almuerzo sobre la costa del río, se sugiere un paseo por los miradores a los ríos Neuquén y Limay, así como el Paseo de la Costa, que tiene una extensión de 14 kilómetros a la orilla del Limay, con estaciones de juego y bicisendas que pueden recorrerse con bicicletas que se entregan de forma gratuita por 90 minutos.
Además, cuenta con interesantes opciones de alojamiento, Casino y espacios culturales. Para cerrar el día, una merienda en una tradicional casa de té de Centenario ofrece un momento de relax con una amplia oferta de recetas tradicionales.