Norte neuquino
El paisaje y la naturaleza del norte neuquino atesora atractivos que merecen visitarse, varios de ellos dentro de Áreas Naturales Protegidas, otros en la inmensidad de sus caminos, y estos en la travesía que nos depara la majestuosa cordillera del Viento y las pintorescas localidades que se visitan.
El itinerario propuesto lleva alrededor de cinco días tomando como cabecera la ciudad de Neuquén (en caso de que se ingrese por vía aérea) e iniciando el recorrido en la localidad de Chos Malal. Una vez allí, como punto de partida es posible recorrer el casco histórico conociendo antiguos edificios, museos y casas de la primera capital Neuquina. Un paseo por la costanera del Río Neuquén, y una visita al Museo Casa Dewey son las alternativas sugeridas. El Museo es un antiguo almacén de ramos generales, que aún guarda en su interior valiosos objetos de cuando la ciudad se transformó en el centro comercial de toda la región, desde su fundación en 1887.
La próxima parada – muy cerca de allí – será en Huinganco donde se recomienda la visita al vivero forestal, y el Museo del árbol y la madera donde se exponen troncos petrificados, variedad de maderas de la región y unas rodajas de cipreses de más de 1200 años de edad. Es posible acercarse hasta Charra Ruca, un pequeño paraje a 4 km. de la localidad, donde se puede disfrutar de cascadas, vertientes y montañas, y al mismo tiempo conocer la historia del lugar y llevarse artesanías típicas de la zona.
Siguiendo el circuito sugerido se llega a Andacollo, una localidad rodeada de valles, montañas y cerros como el Huaraco o Centinela, ideales para hacer recorridos a pie o en bicicleta. Para tener una vista de esta bella localidad se puede acceder al mirador “De la repetidora” y del Cerro La cruz. En la zona se destaca la estancia Chochoy Mallin, una tradicional casa de campo rodeada de naturaleza autóctona, donde se ofrecen sabores regionales y actividades como pesca, cabalgatas y avistaje de aves, entre otras.
Posteriormente, el recorrido continúa en Las Ovejas para visitar el río Nahueve, y las lagunas de Epulafquen, una reserva turística forestal de bosques subantárticos, donde se destaca un bosque de roble pellín, estepas patagónicas y altoandinas. Cerca de allí, amerita una visita a visita a Manzano Amargo, para conocer la Cascada La Fragua.
Camino a la localidad de Varvarco, hay que hacer una parada en el Mirador la Puntilla, ubicado estratégicamente sobre un risco de unos 1.000 metros de altura y cuenta con seis balcones unidos por una pasarela confeccionados en madera. Varvarco brinda una panorámica privilegiada donde se puede apreciar la confluencia de los ríos Neuquén y Varvarco. Un contraste extraordinario entre dos cursos de agua de colores totalmente diferentes que se unen y forman uno nuevo. Varvarco es paso obligado del visitante que quiere acceder al Área Natural Protegida Provincial El Domuyo: creada para proteger y preservar las magníficas aguas termales del sistema montañoso y las especies de flora y fauna que habitan allí. Las termas de Aguas Calientes, a 2000 metros sobre el nivel del mar, de origen volcánico, se caracterizan por la presencia de fangos madurados y aguas alcalinas. La zona sorprende, además, por la presencia de géiseres que permanentemente emiten una columna de agua y vapor de más de un metro de altura, cuya temperatura del agua puede alcanzar los 85-90 grados.
Camino al área protegida se localiza el paraje La Matancilla, donde se podrán observar Los Bolillos: extraordinarias y caprichosas formaciones rocosas erosionadas por la acción de la naturaleza, con tonos rojizos y amarillos que contrastan con el cajón del río Varvarco, destacándose el grupo Los Monjes.
La ganadería ovina, vacuna y caprina se practica de manera extensiva en esta zona del Neuquén. Dentro de la ganadería se destaca la cría del chivito del norte neuquino, producto que ha adquirido la Denominación de Origen (D.O.). La trashumancia es el método de crianza ancestral del chivo, que consiste en el traslado del ganado hacia áreas de pasturas durante el período estival. En la tradicional “Fiesta del Veranador” que se celebra en el mes de enero, se le rinde un merecido homenaje a los crianceros que dedican gran parte de su vida a esta actividad. El arreo de los animales hacia las veranadas constituye una actividad vigente y que despierta el interés de los visitantes en participar de esta apasionante actividad y colaborar en las tareas que implica la misma.
La zona del norte neuquino cuenta con tres hosterías que son propiedad de la Provincia del Neuquén, que poseen una excelente infraestructura y servicios, posicionándolas como una muy buena alternativa de alojamiento para completar la experiencia.
Este circuito, culmina en la ciudad de Neuquén a 400 kms, que oficia de cabecera por ser la ciudad más cercana con conectividad aérea.